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dimecres, de març 09, 2005

El intento de contrarrevolución dictatorial en Líbano: la carta de Hizbulah 

El dictador sirio continúa en su peligroso juego de cintura. Después de su demostración de fuerza de ayer ahora resulta que el renunciante primer ministro Karame se queda (verlo también en el New York Times). El jeque Nasralah ha tenido que abrir la boca y llamar a una manifestación frente al aluvión de protestas contra la ocupación siria, donde es más importante el hecho que el número de personas (Hizbulah, grupo probaazista, en un país ocupado por las tropas de un gobierno baazista, juega con ventaja). Si se quiere hablar de números, que se cuenten los votos en las elecciones.

La prensa pro baazista, en particular los artículos-opiniones de Alcoverro, ha querido presentar el tema de Líbano como una crisis donde los suníes, cristianos y druzos son antisirios y los chiitas son prosirios. Así es como lo quiere presentar Assad en un silogismo falaz:
Los probaazistas de Hizbulah son chiitas,
los chiitas son mayoría en Líbano,
ergo Hizbulah es mayoría en Líbano.
No son pocos chiitas los que se oponen a la "relacion de amistad entre Líbano y Siria" (en plata, la ocupación de Líbano). Las confrontaciones más violentas con Siria ocurrieron entre soldados sirios y libaneses chiitas en un partido de fútbol entre Líbano y Siria (ver Across the Bay).

Hoy se ha roto la hegemonía política de Hizbulah, partido que ha buscado legitimarse en Líbano vendiendo su confrontación con Israel. Las amenazas sirias, repetidas machaconamente desde hace una semana por Tomás Alcoverro, son claras: el nacionalismo socialista sirio ha jugado la carta de Hizbulah amenazando con otra guerra civil en Líbano. Como lo plantea el Belmont Club El tema es: ¿ganaría Hizbulah una guerra civil en Líbano? Hoy son más débiles que hace treinta años. Los resultados de Hizbulah en Iraq no son nada buenos: sufrió un estrepitoso fracaso en su apoyo al niñato Moqtada Al Sadar e Iraq va camino a consolidarse con un gobierno abiertamente en contra del baazismo sirio o iraquí (ver Across the Bay). ¿Habría Assad padre jugado la misma carta? ¿Qué juego es ese de anunciar un "repliegue pero no retirada"? En poco tiempo se verá el desenlace de estas interrogantes. El público doméstico sigue consumiendo lo que le da el entusiasmado Alcoverro con su insistencia pro Hizbulah, repitiéndonos el evangelio según Hizbulah con endiosamiento de Nasralah incluído ("el jeque Hassan Nasrallah, al que se da tratamiento de eminencia, como a los cardenales"):
CONVULSIÓN EN ORIENTE MEDIO. La reacción de Estados Unidos a la situación libanesa

Hezbollah, islámico y también nacionalista
Del terrorismo al Parlamento de Líbano

Hezbollah es muy popular porque mantiene una eficaz red de servicios asistenciales
TOMÁS ALCOVERRO - 09/03/2005 Corresponsal. BEIRUT
Eduardo Val, corresponsal en EEUU no se queda atrás:
CONVULSIÓN EN ORIENTE MEDIO. La reacción de Estados Unidos a la situación libanesa

Bush alienta al movimiento antisirio en Líbano y vaticina que la libertad prevalecerá

El presidente exige la retirada total siria antes de las elecciones libanesas de la primavera

El presidente Bush respaldó al actual movimiento antisirio en Líbano, ignorando la gran demostración de fuerza de Hezbollah.

Washington enmarca los cambios en este país en una transformación regional que debe debilitar a Siria e Irán.

CON LA OPOSICIÓN
"El pueblo estadounidense está a vuestro lado", dice el presidente a los antisirios

AMENAZAS A IRÁN
Bush exige que renuncie al rearme nuclear y a patrocinar el terrorismo
EUSEBIO VAL - 09/03/2005 Corresponsal. WASHINGTON

La Vanguardia
- ya ha puesto marco a estos eventos "CONVULSIÓN EN ORIENTE MEDIO. La reacción de Estados Unidos a la situación libanesa";
- ha declarado que los que se manifestaron contra la ocupación siria en Líbano son "antisirios",
- sigue con su enfoque de tipo geopolítico, ocultando que Siria vive bajo una dictadura.
A este paso, posiblemente la próxima semana La Vanguardia tenga otro editorial apoyando la continuidad de las tropas sirias en Líbano....¿Alguien se sorprendería? Tal vez el colega francoalemán y yo mismo dimos nuestras "Aleluyas" y Aleluyas demasiado rápidamente.

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