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dijous, de novembre 18, 2004

El pro-terrorista Fisk. Otra vez lanzando bulos. 

Esta persona, favorita de los medios españoles como La Vanguardia, escribe ahora que:
1. los "insurgentes" podrían no haber ejecutado a Margaret Hassán.
Tras la aflicción, el asombro, la angustia, la cólera y la furia sobre el presunto asesinato de una mujer tan afable y entregada a los demás, sus amigos -y, muy posiblemente los insurgentes iraquíes- deben sin duda estar cavilando y preguntándose: Margaret Hassan había vivido en Iraq 30 años, había dedicado su existencia a socorrer las necesidades de la población iraquí, aborrecía las sanciones impuestas por las Naciones Unidas y era contraria a la invasión anglo-norteamericana. ¿Quién asesinó entonces aMargaret Hassan?

2. Hassán era una enemiga de la coalición.
La verdad es que Margaret sólo sentía desprecio por los funcionarios y líderes occidentales que se manifiestan ahora ofendidos y apenados por las noticias sobre su muerte.

3. Los "insurgentes" han secuestrado, violado y asesinado a las mujeres iraquíes. Sólo por racismo no se informa sobre ellas como sí se hace con Hassán.
Naturalmente, Margaret sabía el riesgo que corría, plenamente consciente de que numerosas iraquíes habían sido secuestradas y violadas, y de que se había exigido por ellas el pago de un rescate, cuando no habían sido asesinadas por la mafia bagdadí. Porque, siendo Margaret occidental -la primera mujer occidental al parecer secuestrada y asesinada-, tendemos a olvidar el gran número de mujeres iraquíes que han experimentado su horrible suerte, en gran medida ignoradas por un mundo que hace el recuento de los soldados norteamericanos muertos pero pasa por alto las víctimas entre la gente de piel y ojos oscuros y distinta religión que pretendemos haber liberado.

4. Las imágenes de Hassán secuestrada y llorando son sospechosas.
Como fondo de este horrible panorama, ausencia total de banderas islámicas, de las acostumbradas figuras de hombres armados y encapuchados, de recitación alguna de versos del Corán.

5. Los "insurgentes" condenaron el secuestro de Hassán. Hasta Zarqawi [¿no decías que no existía tal persona?] exigió su liberación.
Cuando trascendió en Falluja y en Ramadi que el mero acto de secuestrar a Margaret Hassan rozaba la herejía, la resistencia de Falluja -y en realidad el mensaje provino de estos grupos- exigieron su liberación. Como hizo -increíblemente- Abu Musab Al Zarqaui, el hombre de Al Qaeda a quien los norteamericanos atribuyeron erróneamente la dirección de la insurrección iraquí, pero que se ha visto involucrado muy notablemente en el secuestro y degüello de extranjeros

6. Los "insurgentes" liberan a las mujeres inocentes. Hassán era inocente.
Otras mujeres secuestradas -las dos cooperantes italianas, por ejemplo- fueron liberadas cuando sus captores comprobaron y reconocieron su inocencia. Pero no es éste el caso de Margaret Hassan aun cuando ella hablaba árabe con soltura y pudo sin duda informar de su labor en Iraq a sus secuestradores.
[¡¡¡¡¡Los captores reconocieron su inocencia!!!!!!]

7. El vídeo de la ejecución de Hassán sería un montaje de los americanos y del gobierno iraquí.
De modo que si alguien dudaba del asesino proceder de los insurgentes, ¿qué mejor que demostrar su execrable conducta aportando pruebas del asesinato de Margaret Hassan? ¿Puede concebirse forma más despiadada de demostrar al mundo que las fuerzas norteamericanas -como las de pacotilla de Alaui- se están enfrentando al Mal en Falluja y las demás capitales iraquíes ahora bajo control estadounidense?

8. Alaui es un asesino. Como tal estaría involucrado en la ejecución de Hassan.
de la circunstancia de que casi todo el mundo en Bagdad está convencido de que el primer ministro provisional ejecutó personalmente a siete prisioneros en la comisaría de policía de Amariya poco antes de asumir su mandato -cosa que él niega-, ¿no podría inferirse que él habría podido tener algo que ver en tal terrible acción?


Puej, naa. Esta es una persona "seria" de las izquierdas. Una fuente inagotable de línea política paras sus lectores. No pueden aceptar la naturaleza sanguinaria de los terroristas. Tienen que negarlo a como dé lugar y para tal fin se enfrascan en especulaciones sofistas, sin evidencia alguna. Muy al estilo de su colega Meyssan, el periodista francés que asegura que fue un misil lo que se estrelló en el Pentágono. Dentro de poco nos encontraremos gente repitiendo el bulo de Fisk, supuesta autoridad en el tema del terrorismo: "los asesinos de Margaret Hassán fueron los americanos".

Este artículo ha sido traducido de The Independent. Es lamentable que La Vanguardia se preste a ser caja de resonancia de los pro-terroristas.

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