dimarts, de maig 04, 2004
Las torturas comunistas en Espanya
En las épocas duras y sombrías, previas a las existencia de la Internet, las torturas por supuesto que existían y no eran privilegio de ninguna corriente ideológica. Y por supuesto no eran para anda ajenas a los comunistas. César Vidal nos cuenta:
"Debajo de las pintadas en los muros que preguntaban “¿Dónde está Nin?”, los servicios de propaganda comunista escribían “!En Salamanca o en Berlín!” en una palpable campaña de cruento cinismo.
(...)
En su interior, Orlov y sus agentes le sometieron a sesiones interminables de tortura cuyos detalles conocemos de primera mano por los datos suministrados por el ministro comunista Jesús Hernández. Orlov, cuya misión era arrancar a Nin una confesión de que era un espía de Franco para así poder iniciar un proceso similar a los que estaban ya celebrándose en Moscú contra los rivales de Stalin, inicialmente aplicó al poumista la forma de tortura conocida como “método seco”. Privado de sueño durante días e impedido de tomar asiento, se le sometió a sesiones de interrogatorio que llegaron a prolongarse hasta cuarenta horas seguidas. Cuando parecía que se iba a desplomar, Nin era conducido a la celda donde se le dejaba por espacio de veinte o treinta minutos, un plazo suficiente para permitirle reflexionar sobre la imposibilidad de resistir pero no para descansar un poco. Sin embargo, para sorpresa —e irritación— de los torturadores comunistas, a diferencia de dirigentes soviéticos de la talla de Zinóviev o Kámeñev, Nin resistió.
Orlov optó entonces por abandonar el denominado método seco y adentrarse por el camino de las torturas que destrozan directamente los miembros. Pudo haber recurrido, como se haría en las checas comunistas de Barcelona, a la silla o al collarín eléctricos que administraban descargas a los torturados hasta que se doblegaban. Optó, sin embargo, por el desollamiento. Al cabo de unos días, Nin, al que se había arrancado la piel y lacerado con mayor facilidad los miembros en carne viva, no era sino un amasijo de músculos deshechos pero seguía sin doblegarse. ¿Qué se podía hacer entonces? La solución la encontraría el famoso comandante Carlos del no menos famoso Quinto Regimiento. Habría que utilizar a miembros alemanes de las Brigadas internacionales para que fingieran la liberación de Nin por agentes de la Gestapo".
Información que corrobora esta versión la tenemos en lapágina de la Fundación Nin.
¿Qué gran escándalo se habría montado si se hubiera difundido las imágenes de Andreu Nin desollado?
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"Debajo de las pintadas en los muros que preguntaban “¿Dónde está Nin?”, los servicios de propaganda comunista escribían “!En Salamanca o en Berlín!” en una palpable campaña de cruento cinismo.
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En su interior, Orlov y sus agentes le sometieron a sesiones interminables de tortura cuyos detalles conocemos de primera mano por los datos suministrados por el ministro comunista Jesús Hernández. Orlov, cuya misión era arrancar a Nin una confesión de que era un espía de Franco para así poder iniciar un proceso similar a los que estaban ya celebrándose en Moscú contra los rivales de Stalin, inicialmente aplicó al poumista la forma de tortura conocida como “método seco”. Privado de sueño durante días e impedido de tomar asiento, se le sometió a sesiones de interrogatorio que llegaron a prolongarse hasta cuarenta horas seguidas. Cuando parecía que se iba a desplomar, Nin era conducido a la celda donde se le dejaba por espacio de veinte o treinta minutos, un plazo suficiente para permitirle reflexionar sobre la imposibilidad de resistir pero no para descansar un poco. Sin embargo, para sorpresa —e irritación— de los torturadores comunistas, a diferencia de dirigentes soviéticos de la talla de Zinóviev o Kámeñev, Nin resistió.
Orlov optó entonces por abandonar el denominado método seco y adentrarse por el camino de las torturas que destrozan directamente los miembros. Pudo haber recurrido, como se haría en las checas comunistas de Barcelona, a la silla o al collarín eléctricos que administraban descargas a los torturados hasta que se doblegaban. Optó, sin embargo, por el desollamiento. Al cabo de unos días, Nin, al que se había arrancado la piel y lacerado con mayor facilidad los miembros en carne viva, no era sino un amasijo de músculos deshechos pero seguía sin doblegarse. ¿Qué se podía hacer entonces? La solución la encontraría el famoso comandante Carlos del no menos famoso Quinto Regimiento. Habría que utilizar a miembros alemanes de las Brigadas internacionales para que fingieran la liberación de Nin por agentes de la Gestapo".
Información que corrobora esta versión la tenemos en lapágina de la Fundación Nin.
¿Qué gran escándalo se habría montado si se hubiera difundido las imágenes de Andreu Nin desollado?
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