dimarts, de maig 03, 2005
Abú Graib y la guerra contra el terror
No podía ser de otra manera. Leemos la noticia-opinión de Andy Robinson en La Vanguardia:
La Vanguardia lo cuenta un poco mejor aquí, pero es mejor leer las versiones originales del Washington Post y del New York Times. Nos enteraremos de los hechos mejor que si leemos el refrito de Andy. Este chaval tiene que dar rienda suelta a su mala leche. Hace algún tiempo, un periodista del Post lo planteó como opinión personal:
Pero vayamos al problema de fondo.
Obviamente, las torturas de Abu Graib son de lo más vergonzoso y merecen castigo. Si el castigo no es suficiente y hay culpables que quedan impunes, pues hay que evitarlo y denunciarlo. De eso se trata el debate en una sociedad democrática, de fiscalizar a las instituciones. Sin embargo, hay un tema de fondo y es que las torturas de Abú Graib están siendo aprovechadas por los enemigos de la democracia comenzando por los yijadistas para hacer sus propaganda. Ya vemos al terrorista Al Zawajiri denunciando la "concepción americana de libertad". Ya vemos a Al Yazira y las páginas web ultraizquierdistas y yijadistas, propagandistas de los cortadores de cabezas, frotándose las manos con las imágenes de Abú Graib. Puej sí, se debería castigar a todos los que han estado comprometidos con estas torturas. No lo puedo decir más fuerte. Han hecho mucho daño a la lucha antiterrorista.
El tema, como dice Belmont Club, va por otro lado:
La forma de acabar con las consecuencias de la guerra será ganarla: disminuir la capacidad letal de los terroristas y de su círculo de simpatía. Estos individuos nunca estarán conformes con nada de lo que se haga contra loas culpables de torturas contra los prisioneros. Tienen un repertorio demasiado grande de teorías conspirativas. Ellos no son juez de nada. Basta verlos en sus cada vez más diminutas y radicalizadas manifestaciones contra las elecciones en Iraq o por el segundo aniversario de la intervención....
Dado que la indignación por las torturas no puede ser selectiva, no está demás señalar que estas imágenes no son privativas de los americanos o ingleses en Iraq. Tenemos imágenes similares de soldados de países tan "pacifistas", opuestos a la intervención en Iraq, como Bélgica o Canadá, cuando intervinieron en Somalia. Si el tema es la tortura, Abú Graib se inscribe en el contexto de las torturas y abusos de parte de los soldados de diversos países en diversos conflictos. Focalizar el tema exclusivamente en Abú Graib ya no es parte de una denuncia a los abusos de los soldados, sino parte de una estrategia de propaganda política. Si vamos a eso, tampoco está fuera de lugar recordar que en Iraq después de las revelaciones de Abú Graib hubo elecciones que contaron con una participación masiva de los iraquíes, cosa que no ocurrió en otros contextos donde hubo también torturas con menos publicidad. Es muy claro, los iraquíes, a pesar de las condenables torturas filtradas por los propios soldados americanos, apoyan la transición democrática y condenan la "resistencia iraquí". La capacidad propagandística de las imágenes de Abú Graib se ha reducido en Iraq como en el mundo, muy a pesar de lo que hubieran querido los falsos pacifistas de raquíticas manifestaciones.
Soldados belgas en plena tortura de somalíes (ver más información aquí).
Los soldados belgas torturaron a sus víctimas desde su posición privilegiada de "cascos azules" de las Naciones Unidas, "Bestias de boinas azules". Estas imágenes no han circulado tanto como las de Abú Graib (ni merecieron que el pintor Botero las plasme en el lienzo), ¿por qué?
Diversos soldados canadienses torturaron y mataron a prisioneros somalíes (verlo también aquí, incluso en vídeo).
Prisioneros de los serbio-bosnios. Sólo vemos los resultados de los maltratos, humillaciones y desnutrición....
Todos estos casos, siendo no menos graves, han recibido mucho menos atención internacional que Abú Graib. No nos sorprende, no se trata de EEUU. Y por supuesto, hay más torturas y ejecuciones como las cometidas por los soldados franceses en Argelia o las cometidas por guardias de prisión alemanes entre 2001 y 2004, o campos de extermino en Bosnia.
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EL JUICIO POR TORTURAS EN IRAQEngland: culpable
EE.UU. da carpetazo a Abu Ghraib
La soldado England se inculpa y rectifica la acusación contra sus mandos
Con la confesión de culpabilidad de England, la soldado que aparecía en varias de las fotos, el caso de las torturas de Abu Ghraib quedará prácticamente cerrado. England cambió su táctica de defensa después de que la investigación oficial exonerara de culpa a los altos mandos. La prensa reaccionó con incredulidad.
"Que el asunto acabe así es más vergonzoso para el sistema político que los abusos en sí", lamentaba 'The Washington Post'
ANDY ROBINSON - 02/05/2005
Corresponsal. NUEVA YORK
Diversos medios y ONG en Estados Unidos y fuera han reaccionado con incredulidad ante lo que se llama el whitewash de Abu Ghraib (carpetazo). The Washington Post afirmó que "el hecho de que el asunto acabe así es aún más vergonzoso para el sistema político estadounidense que los abusos en sí".
La Vanguardia lo cuenta un poco mejor aquí, pero es mejor leer las versiones originales del Washington Post y del New York Times. Nos enteraremos de los hechos mejor que si leemos el refrito de Andy. Este chaval tiene que dar rienda suelta a su mala leche. Hace algún tiempo, un periodista del Post lo planteó como opinión personal:
Refusing to Whitewash Abu GhraibHace una semana, un editorial del Washington Post titulado "impunidad" se refirio al tema. Nada de whitewash, Andy.
By Jackson Diehl
Monday, September 13, 2004; Page A21
Pero vayamos al problema de fondo.
Obviamente, las torturas de Abu Graib son de lo más vergonzoso y merecen castigo. Si el castigo no es suficiente y hay culpables que quedan impunes, pues hay que evitarlo y denunciarlo. De eso se trata el debate en una sociedad democrática, de fiscalizar a las instituciones. Sin embargo, hay un tema de fondo y es que las torturas de Abú Graib están siendo aprovechadas por los enemigos de la democracia comenzando por los yijadistas para hacer sus propaganda. Ya vemos al terrorista Al Zawajiri denunciando la "concepción americana de libertad". Ya vemos a Al Yazira y las páginas web ultraizquierdistas y yijadistas, propagandistas de los cortadores de cabezas, frotándose las manos con las imágenes de Abú Graib. Puej sí, se debería castigar a todos los que han estado comprometidos con estas torturas. No lo puedo decir más fuerte. Han hecho mucho daño a la lucha antiterrorista.
El tema, como dice Belmont Club, va por otro lado:
While it is important to punish everyone responsible for the outrages at Abu Ghraib, the only effective way to stop the corrupting influences of war is to achieve victory. Japanese tourists are welcome in Asia everywhere today because the Second World War ended in 1945. And if by contrast Palestinians hand out sweets whenever a Jewish orphanage and Old Folk's home is bombed it may be because the UN refugee camps there celebrated their 50th anniversary in 1998. If the outrages at Abu Ghraib hasten the end of war it will not have been in vain, but if they lead, as the Left most earnestly desires, to a Vietnam-like stalemate, it will be not the last but the first of many sad mileposts.Dicho muy claro, las torturas de Abú Graib no pueden ser vistas al margen de la lucha antiterrorista internacional. Estas imágenes han dado algo de aire a la yijad internacional y son utilizadas una y otra vez en contra de la democracia. La indignación que todos podemos sentir por estas imágenes caen en el contexto de la propaganda de los falsos pacifistas, tontos útiles (aunque cada vez menos tontos y más apoyadores concientes) de los yijadistas. Acaba por ser una indignación selectiva, sólo aplicable a Abú Graib.
La forma de acabar con las consecuencias de la guerra será ganarla: disminuir la capacidad letal de los terroristas y de su círculo de simpatía. Estos individuos nunca estarán conformes con nada de lo que se haga contra loas culpables de torturas contra los prisioneros. Tienen un repertorio demasiado grande de teorías conspirativas. Ellos no son juez de nada. Basta verlos en sus cada vez más diminutas y radicalizadas manifestaciones contra las elecciones en Iraq o por el segundo aniversario de la intervención....
Dado que la indignación por las torturas no puede ser selectiva, no está demás señalar que estas imágenes no son privativas de los americanos o ingleses en Iraq. Tenemos imágenes similares de soldados de países tan "pacifistas", opuestos a la intervención en Iraq, como Bélgica o Canadá, cuando intervinieron en Somalia. Si el tema es la tortura, Abú Graib se inscribe en el contexto de las torturas y abusos de parte de los soldados de diversos países en diversos conflictos. Focalizar el tema exclusivamente en Abú Graib ya no es parte de una denuncia a los abusos de los soldados, sino parte de una estrategia de propaganda política. Si vamos a eso, tampoco está fuera de lugar recordar que en Iraq después de las revelaciones de Abú Graib hubo elecciones que contaron con una participación masiva de los iraquíes, cosa que no ocurrió en otros contextos donde hubo también torturas con menos publicidad. Es muy claro, los iraquíes, a pesar de las condenables torturas filtradas por los propios soldados americanos, apoyan la transición democrática y condenan la "resistencia iraquí". La capacidad propagandística de las imágenes de Abú Graib se ha reducido en Iraq como en el mundo, muy a pesar de lo que hubieran querido los falsos pacifistas de raquíticas manifestaciones.
Soldados belgas en plena tortura de somalíes (ver más información aquí).
Los soldados belgas torturaron a sus víctimas desde su posición privilegiada de "cascos azules" de las Naciones Unidas, "Bestias de boinas azules". Estas imágenes no han circulado tanto como las de Abú Graib (ni merecieron que el pintor Botero las plasme en el lienzo), ¿por qué?
Diversos soldados canadienses torturaron y mataron a prisioneros somalíes (verlo también aquí, incluso en vídeo).
Prisioneros de los serbio-bosnios. Sólo vemos los resultados de los maltratos, humillaciones y desnutrición....
Todos estos casos, siendo no menos graves, han recibido mucho menos atención internacional que Abú Graib. No nos sorprende, no se trata de EEUU. Y por supuesto, hay más torturas y ejecuciones como las cometidas por los soldados franceses en Argelia o las cometidas por guardias de prisión alemanes entre 2001 y 2004, o campos de extermino en Bosnia.
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