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dijous, de desembre 02, 2004

Atlantismo vs. gaullismo: qué ejemplo, qué contraste 

Charles de Gaulle, inspirador de nuestra política exterior

Desde la intervención en Iraq el consenso sobre política exterior espanyola está roto. Sin embargo, a pesar de que ni Chirac ni Schröder insisten en el asunto, aquí se sigue haciendo ruido con el tema. Política doméstica. No puede ser que no se hayan enterado que el debate sobre Iraq es agua pasada. El problema no está en las formas, sino en el contenido. En el fondo hay dos concepciones de política exterior. La política del soe es apunta a una versión propia del gaullismo francés: una política pre-OTAN, casi revanchista por la pérdida de Cuba, de beligerancia abierta con EEUU, de llamar al mundo a que abandone a Iraq, de intentar sin resultados evidentes una alianza extemporánea con Francia y Alemania (menos beligerantes sobre Iraq que hace un año), de alianzas con “dictadores amigos” como Castro y Chávez. Una política exterior más cercana a la izquierda unida o al mismísimo Franco que a la política del soe dirigido por González.

Veamos:
González - AznarRodríguez
- Alianza con EEUU
(Alemania es aliada de EUU)
(Francia mantiene distancia de EEUU)
- Oposición a EEUU
(Alemania se opone a EEUU)
(Francia mantiene distancia de EEUU)
Presión a dictadores v.gr. Fidel CastroAliviar la presión a dictadores v.gr. Fidel Castro
¿Por qué la diferencia? Suena a que el viraje lo han hecho los socialistas de Rodríguez mientras Aznar ha continuado lo sembrado por González en política exterior.

En mi opinión, el gran viraje no lo ha dado España, sino Alemania. Después de la caída del muro de Berlín en Alemania, en particular socialdemócratas y verdes, encuentran que su alianza histórica con los EEUU es prescindible. Una Alemania introspectiva, llena de problemas domésticos derivados de su ansiada reunificación, realiza el viraje hacia el gaullismo francés, que en política exterior quiere decir antiamericanismo y reafirmación del liderazgo sobre su hinterland europeo. Son ellos los que rompen la soledad del gaullismo francés y lo elevan a doctrina europea. El viraje alemán lleva al viraje socialista en España, imposible con González, cuando Alemania era jaqueada desde el este y por lo tanto temporalmente alineada con los EEUU. Queda por ver si el árbol al que se arriman los socialistas espanyoles es lo suficientemente fuerte y conveniente para el estado. No suena. El gaullismo es una visión exclusivamente francesa y jacobina, según la cual todo lo que queda al sur de los Pirineos está destinado a seguir y copiar todo lo que se haga en Francia. Espanya es uno de los pocos países que no envidia a Francia. Los intereses del estado francés siempre han sido siempre opuestos al del espanyol. La via alemana nos arrastra hoy a una coincidencia que no es tal. Vamos camino a una debilidad en el Mediterráneo, debilidad en el Atlántico y a un obligado refugio en las ex-colonias.

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