Jordi Orwell - Barcelona CAT

dimarts, de juny 14, 2005

¿Milagro chino?

Alguna vez la Unión Soviética se vendió al mundo como ejemplo de industrialización acelerada. Tuvo que pasar buen tiempo para que trascienda que se trataba de un mito. Hoy, leemos entusiasmados apuntes sobre lo bien que le va a China y su espectacular crecimiento. Un ejemplo para los países más pobres.

Leemos en La Vanguardia:

El fin del 'milagro' chino
XAVIER SALA I MARTÍN - 13/06/2005
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Afortunadamente, lejos quedan los tiempos de Mao Tse Tung, la revolución cultural, el gran salto adelante, el comunismo chino... y de los millones de muertos de hambre causados por un sistema de planificación miserable y empobrecedor.

Pues sí, con 70 millones de muertos, Mao Tse Tung (o Mao Zedong) supera a Hitler o Stalin en capacidad de generar víctimas. Xavier continúa:

Los gobernantes, orgullosos de sí mismos, me explican que el milagro se ha basado en cuatro pilares fundamentales. El primero, la introducción de mercados y la apertura de éstos al exterior, importando tecnología y capital y exportando productos industriales basados en mano de obra barata.
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El segundo pilar es que las reformas se han hecho desde dentro, sin imposición por parte de países ricos o de instituciones internacionales.
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Tercero, las reformas se están introduciendo lentamente: primero se prueba una política en una ciudad o región. Si funciona, ésta se extiende a todo el país y, si no, se desestima y se introduce otra.

Comparada con la China de la Revolución Cultural Proletaria, por supuesto que la China de hoy ha avanzado, pero no nos equivoquemos, estamos hablando de una economía comunista que instrumentaliza al mercado. No estamos hablando ni siquiera de una "economía mixta", tipo estado de bienestar europeo, o de alguna variante latinoamericana populista. Los experimentos consistentes en hacer reformas en ciudades o regiones son posibles gracias al poder absoluto de Partido Comunista Chino. Son sus burócratas los que deciden si funcionan o no funcionan. Estamos hablando de una economía presupuestaria con altos niveles de corrupción, donde los burócratas comunistas nos informan sólo de lo bueno y, obviamente, no nos cuentan nada de lo malo que se cuece en China. ¿Habrá que creerles?

El cuarto es lo que llaman socialismo de mercado. Al principio no entiendo muy bien de qué me están hablando ya que utilizan palabras tradicionales de la filosofía china. Ya saben, aquello del yin y el yang, el equilibrio entre cuerpo y alma o entre hombre y naturaleza, el pequeño saltamontes y todo esto. ...
si ustedes miran los datos, verán que en China las desigualdades de renta entre ciudadanos, regiones y etnias han aumentado drásticamente y que las mujeres siguen teniendo un papel testimonial (entre ustedes y yo, ninguno de los líderes políticos con los que me reuní era mujer).

Y tanto que hay desigualdades. Gracias a la corrupción reinante 600 000 personas quedaron infectadas con el virus del VIH: fue el escándalo de corrupción "blood-for-cash". Un programa donde los burócratas se enriquecían gracias a las donaciones de sangre de los campesinos más pobres. Resultado: estas personas quedaron infectadas con el virus con VIH. No es lo que los gobernantes chinos muestran en los toures guiados. (Hoy leemos un tímido reconocimiento sobre el tema de parte de Hu Jintao...). Y ya puestos a hablar de desigualdades, tendríamos que referirnos la rebelión en el campo chino de los últimos días.... En fin, no hay que escarbar mucho para darnos cuenta que estamos ante una sociedad cerrada dirigida por burócratas inescrupulosos. Como para desconfiar de todo lo que nos cuenten.....

Por supuesto, en China no sólo no hay democracia ni libertad, sino que
las mismas palabras "democracia" y "libertad" están tan censuradas que Microsoft, ejemplo de transferencia de tecnología, se cuida de usarlas. No sea que los burócratas comunistas se ofendan...