divendres, de juny 10, 2005
Caso Couso: desenlace alternativo
Más de lo mismo. Las pruebas son grabaciones, testimonios, expertos, manuales de EEUU, que un tanque atacado no se pone en un puente, que estuvo diez minutos sin hacer nada, que el hotel Palestina era un edificio civil. La conclusión es que las órdenes fueron de atacar a los periodistas y que los soldados tenían que desobedecerlas....AMY GOODMAN: Nos dirigimos ahora al hermano de José Couso, Javier, que se encuentra en EEUU para exigir una investigación independiente sobre la muerte de su hermano y el enjuiciamiento de los responsables. Le pedí que nos hablara sobre los comentarios que hace el responsable del tanque, el Sargento Shawn Gibson, en el documental [Hotel Palestina: Matar a los testigos]. Gibson es el soldado estadounidense que disparó el tiro que asesinó a José.
JAVIER COUSO: Creo que miente por todas las pruebas, todos los hechos que hemos sabido: grabaciones, el testimonio de cientos de testigos, expertos militares que nos han explicado muy claramente que si estás expuesto a un ataque enemigo nunca jamás se pondría un tanque en un puente, como si estuviera sentado, esperando.... El tanque estuvo diez minutos apuntando en la dirección del Hotel Palestina. Después giró. Se produjo la explosión, una tremenda explosión con un explosivo de alto poder que se suele llamar "heat." Hemos podido conseguir una copia del manual de combates urbanos del ejército de EEUU. Tuvimos que conseguir información, pedir información del G2, que es la sección de operaciones, y del G3 que es la sección de información. Y ellos lo sabían. Sabían que el Hotel Palestina era un edificio civil. Recibieron autorización del mando de la Tercera División de Infantería, del General Buford Blount, quien también sabía que el Hotel Palestina era el alojamiento de todos los periodistas.
AMY GOODMAN: ¿Por eso estás apelando al enjuiciamiento de esos militares? ¿Quién? ¿De quienes?
JAVIER COUSO: Del general de la Tercera División de Infantería, Buford Blount, del Capitán Philip Wolford, del Teniente Coronel Philip DeCamp y del Sargento Shawn Gibson. Y según el código militar de Justicia, las órdenes de atacar a civiles o a periodistas - los periodistas son civiles- se pueden desobedecer. El mando de la división, de la Tercera División de Infantería, es un loco o simplemente es un criminal, un criminal de guerra.
El detalle del tanque en el puente es interesante. Según Jon Sistiaga:
Estamos esperando a que los tanques pasaran esos puentes, que cruzaran la ciudad y se iniciara la gran batalla y, sobre todo, José tenía una obsesión y era que esos puentes podían estar minados y por tanto en el momento en que los tanques llegaran al centro del puente, los puentes iban a volar, por eso no se cansaba de grabar, grabar y grabar.José Couso tenía la obsesión de grabar la explosión del tanque, y por lo tanto, la muerte de Philip Wolford, hoy acusado de crimen de guerra por la familia de Couso. Otro desenlace hubiera sido que efectivamente José Couso hubiera grabado lo que tanto quería y que la familia de Wolford resultara la que hubiera tenido que lamentar su pérdida. Todo esto en un contexto de guerra donde los soldados de Saddam, llamados fedayines por periodistas como Sistiaga, masivamente se disfrazaban de civiles y usaban edificios civiles para atacar a las tropas de la coalición. Todos los periodistas del hotel Palestina lo sabían como que albergaron a los últimos militares de Saddam. Alí, el cómico, militar iraquí, daba sus conferencias de prensa protegido en este edificio "civil", incluso dio una después de la muerte de Couso...
(más aquí).
Ya me imagino a los acusados de "crimen de guerra" en un juicio, pasando de ser acusados a acusadores. Ya me imagino la reacción de las familias de estos acusados ante las intenciones de José Couso de grabar la explosión de los tanques americanos y la muerte de su gente...
Es impresentable que la prensa espanyola trate a estos soldados como criminales y, en cambio, trate con suavidad y hasta simpatía a los acusados del 11S y 11M, dándoles balcón para su propaganda o para que directamente se burlen de sus víctimas.
|